Suicidio en hormigón

"...pero lo que pasará es lo que ya pasó,

y todo lo que se hará ha sido ya hecho.

¡No hay nada nuevo bajo el sol!"


Eclesiastés (Qohelet) 1, 9



Lo dicho, no hay nada nuevo bajo el sol ni yo voy a descubrir las Américas incrustando este vídeo de 1990 a propósito de la crisis turística de entonces propiciada por varias razones, unas de política exterior y otras de infraestructura social y económica interior.


Me han precedido encomiables trabajos y autores precedentes; Slynation, Naranjas de Hiroshima y Lata del Gofio entre otros muchos blogueros de pro. Aparecen 28100 referencias, lo que para un reportaje gráfico es significativo, y lo es porque aunque la temática es insular a partir del décimo resultado aparecen referencias no vinculadas a Canarias donde lo definen como fácilmente extrapolable a otras regiones españolas... y probablemente allende los mares también.

De todo el reportaje tal vez para mí lo más emotivo fuera la intervención de César Manrique; preconizaba todos los desastres y desmanes que vendrían posteriormente dando un esbozo de lo que él consideraba el modelo turístico a seguir, al menos para Lanzarote, aunque la realidad más tarde demostrara lo dificultoso de algunas buenas ideas o intenciones... todos tenemos nuestra idea de paraíso o de lo que es buen gusto, y raramente coinciden.

"Suicidio en hormigón" fue un claro ejemplo de reportaje-denuncia. Claro que en Alemania ya estaban más curtidos que nosotros al respecto y cuando el desgobierno autonómico montó en cólera la productora los hizo callar con otro sinónimo; el cólera que puede provocar el agua contaminada... se cuenta que un segundo reportaje iba de deficiencias en el alcantarillado de las aguas fecales que se vertían, todavía hoy de vez en cuando, al mar cerca de las playas de baño.

Lo más doloroso del reportaje es lo actual que resulta; siete años después empezaría el episodio nacional de la Burbuja Inmobiliaria que se ha ganado un puesto de honor entre los despropósitos. Años más tarde algunos cachorros políticos de los que ingenuamente negaban la realidad en las entrevistas del reportaje estuvieron implicados en escándalos urbanísticos. Hoy, todavía la pobreza es percibida en Canarias como una realidad presente y cotidiana que se da la mano con el lujo... otra vez el arriba y abajo sin escalón intermedio; la desesperanza del que está abajo y la distinguida distancia de quien está arriba.

Hay quien se solaza con el pasado recordando lo que fue y se pregunta dónde estaba entonces... la pregunta más bien debiera ser dónde piensa estar en el futuro. El pasado atempera la infancia y los ojos y oídos del niño perciben la parte de realidad que configurará su mundo pero ni esa realidad lo es todo ni el pasado es mutable ni se fue protagonista, sólo espectador.

Cosa distinta es el presente donde aunque no se pueda mutar la realidad al menos sí se alcanza a aprehender más facetas de la misma y se puede elegir entre cometer los mismos errores que se criticaban en el pasado o crecer hacia un futuro del que sentirse protagonista.

Uno contempla una realidad desoladora; dicen que el isleño es melancólico pero en realidad es desconsolado. Mira con profunda envidia todo lo que cree que reluce fuera y quiere merecerlo desdeñando como juguetes viejos lo propio, con lo que podría haber hecho un mundo fantástico con la imaginación propia de alguien apasionado... es por eso por lo que por un lado la pena embarga mientras por el otro cierta rabia y congoja atenaza como una culpa sorda.


Comments

  1. Hola paisano. Gracias por enlazar.

    El documental ya lo conocía. Tu último párrafo es para enmarcar, poesía y realismo a borbotones.

    Un saludo.

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  2. Anonymous11:23 AM

    Y lo peor no es lo ya destrozado, sino lo que aun pueden destrozar mientras sigan negando la evidencia y prefieran culpar de la crisis solo a factores externos. Articulos como el suyo son necesarios,siempre, a ver si la gente a base de leerlo o escucharlo termina concienciándose, ya que todos podemos contribuir con algo, unos más y otros menos.

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  3. Mucho se ha hablado de las revoluciones pero poco de sus inicios; si no hay necesidad de cambio aunque vaya mal no se cambia. En todo cambio la pregunta fundamental no es ¿Por qué?, sino "¿Para qué?".
    Un saludo.

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