Siropes

miel.
(Del lat. mel, mellis).
1. f. Sustancia viscosa, amarillenta y muy dulce, que producen las abejas transformando en su estómago el néctar de las flores, y devolviéndolo por la boca para llenar con él los panales y que sirva de alimento a las crías.
2. f. Jarabe saturado obtenido entre dos cristalizaciones o cocciones sucesivas en la fabricación del azúcar.
  ~ de caña, o ~ de cañas.
1. f. Licor espeso que destila del zumo de las cañas dulces cuando se echa en las formas o bocoyes para cuajar los pilones de azúcar.


sirope.
(Del fr. sirop, este del lat. mediev. syrupus, sirupus, y este del ár. sarap).
1. m. Líquido espeso azucarado que se emplea en repostería y para elaborar refrescos.

melaza.
1. f. Líquido más o menos viscoso, de color pardo oscuro y sabor muy dulce, que queda como residuo de la fabricación del azúcar de caña o remolacha.
2. f. Mur. Heces de la miel.

jarabe.
(Del ár. hisp. šaráb, y este del ár. clás. šarāb, bebida).
1. m. Bebida que se hace cociendo azúcar en agua hasta que se espesa, añadiéndole zumos refrescantes o sustancias medicinales.
2. m. Bebida excesivamente dulce.
(FUENTE: Definiciones DRAE)
No teman, no voy aquí a traerle miel al colmenero, es decir, lllevar noticias a quien ya las sabe. El pasado mes de febrero me llamó la atención la noticia de que habían problemas con la denominación de origen de la miel de palma. El asunto tenía para dar tumbos porque hoy día los nombres son muy importantes... es lo que tiene la publicidad; la única base firme de realidad que necesita es un nombre cierto e inequívoco, todo lo demás puede ser ciertamente un artificio o redundando, publicidad e imagen.
La necesidad de cada vez ir delimitando y controlando el origen de los productos para garantizar su exclusividad viene de lejos y en el caso de la miel de palma y el almogrote incluso de pretérito tiempo.
Todavía el asunto sigue sin definirse, y posiblemente así sea durante bastante tiempo, salvándose sólo el vino dentro de lo que se llama la Denominación de Origen Protegido La Gomera.  
Durante aquellos días se mareó la perdiz (la lingüística, no la que tiene denominación de origen) sobre si para evitar el escollo europeo del etiquetado debíamos de empezar a dejar de llamar miel de palma a este producto para empezar a familiarizarnos con conceptos como "sirope de palma", "jarabe de palma", "melaza de palma"... si bien todos tenían su atractivo,( incluso su precedente; recuerdo que una vez en la isla oí hablar del "sirope de cilantro"), de todos ellos el sirope era el que más papeletas tenía para reemplazar a la miel pues en su definición es efectivamente un producto derivado de la cocción de una savia de plantas, de entre estos siropes el mas conocido comercialmente en el mundo tal vez sea el de arce .
Mas en mi opinión el problema no será en el futuro el nombre de la etiqueta, sino su comercialización... son muchos los que quieren sentarse a la mesa a echar miel de palma sobre el queso o las papas guisadas para celebrar que tienen el control sobre su producción, pocos sin embargo los que quieren producirlo para vivir dignamente de eso. Como pasa con casi todo el sector agroalimentario, los intermediarios son los que mayor tajada quieren llevarse.
Me resultó curioso, y esperanzador que esta tradicional actividad resurgiera de nuevo durante la recesión actual poniendo en valor este producto  y el trabajo de quiénes esforzadamente lo hacen. Ojalá pese a los nubarrones comerciales que presagian tormenta florezca con fuerza esta actividad y uno de los sabores de la infancia, el de la miel de palma, no se pierda en medio de protagonismos fatuos.

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