El colesterol





SANDRA LUJÁN. Las Palmas de Gran Canaria
Don Juan, hoy día párroco de Santa Lucía de Tirajana, cuenta cómo casi por casualidad descubrió que la tunera era, nunca mejor dicho, mano de santo contra el colesterol alto. Hace 16 años, cuando aún no se había ordenado sacerdote viajó a México para visitar a un amigo que era el abad de un monasterio de monjas trapenses.
Recuerda que fue una señora, que casualmente era “de Juncalillo, aunque llevaba 35 años viviendo en México”, la que le dio la idea: “padresito, lo mejor contra el colesterol son los nopales”. En realidad esta buena señora se estaba refiriendo a lo aquí conocemos como penca de tunera.
Don Juan, que llevaba sufriendo durante años unos índices de colesterol por encima de lo recomendable, siguió la receta de esta señora y, milagrosamente, en quince días su colesterol se había reducido hasta “incluso un poco por debajo de lo normal”. Desde entonces todas la mañanas toma esta pócima y “nunca más me ha vuelto a subir el colesterol, siempre dentro de los límites normales”.
La vida y la profesión de sacerdote han llevado a don Juan hasta muchos pueblos del Archipiélago, desde Guatiza en Lanzarote, hasta San Bartolomé de Tirajana o Telde en Gran Canaria, pasando por La Graciosa o Fuerteventura. Allá donde va, “siempre que alguien me comenta que tiene alto el colesterol, yo le doy esta receta”. Y, hasta ahora, nunca ha fallado.
Utilizándose a diario, en el plazo aproximado de un mes, los niveles de colesterol de todo aquel que lo prueba disminuyen hasta los índices aconsejables (200 miligramos por decilitro de sangre) y, con ello, también los riesgos de padecer problemas cardiovasculares.
Eso sí, don Juan es consciente de que además de la tunera, es preciso seguir una dieta sana, es decir, rica en grasas insaturadas y pobre en saturadas. También es recomendable llevar unos hábitos de vida saludables, practicando algo de ejercicio físico y, por supuesto, huir del tabaco y el alcohol.
¿Cómo tomarlo?
Don Juan, este cura de poco más de 60 años, no tiene ningún problema en revelar su secretillo. Muy al contrario, está encantado de “poder ayudar” a quien lo necesite.
Lo primero que se debe hacer es raspar bien la penca de la tunera. A continuación, se corta en trocitos pequeños, “del tamaño de un cuadrito de chocolate”, y se meten en el congelador.A partir de aquí, no hay ciencia. Todos los días se saca un cuadrito del congelador, se prepara un zumo de naranja y se le hecha el trocito de penca. Luego se pasa por la batidora y se bebe. Eso sí, este jugo hay que tomarlo en ayunas.
Don Juan se muestra sorprendido por que en Canarias no se conozcan los grandes beneficios de esta planta, que en Me´xico se compra en el supermercado como cualquier otra verdura para el potaje y un sinfín de recetas culinarias, desde ensaladas, sopas, cremas o budines hasta tacos, quesadillas, tlacoyos y tameses. Y es que, en la tierra de los mayas se considera casi un manjar que combina a la perfección con legumbres, pescados, huevos, quesos o carnes, entre otros.
Las otras muchas bondades de la penca
El consumo de la penca de tunera o nopal no sólo se recomienda para controlar en la sangre los niveles de colesterol. En México también se suele utilizar para el tratamiento de la diabetes del tipo 2, dado que esta planta ha demostrado disminuir la glucosa. Además, tiene un alto contenido en fibra natural, lo que ayuda a mejorar el tránsito intestinal.
Incluso se han comprobado sus ventajas a la hora de bajar de peso, sobre todo porque es un nutriente con muy pocas calorías. Asimismo, el jugo de la planta se recomienda en la medicina tradicional para combatir la fiebre y como cura de algunas enfermedades biliares y renales; calma la sed y rehidrata casi de inmediato el organismo. También es común su utilización para elaborar diversos productos de cosmética como cremas limpiadoras e hidratantes, champús, enjuagues, mascarillas y jabones.
Tomado de Canarias Ahora.

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