Guadalupe

Nuestra Señora de Guadalupe, así se llama el actual hospital insular de la Gomera: Hoy llevé al psiquiatra a un paciente y en la espera leímos en Noticas Sanitarias La Gomera, nº6 de 2007 editado por el Gobierno de Canarias, el curioso artículo de la página 7 que indexo. Versa sobre algunas fotos para el recuerdo de ese hospital.
Hace veinte años aquello era casi una familia, después de todo el hospital era el reflejo de la isla y ha vivido en primera línea todos los cambios. Seguramente recordarán el nefasto 11 de septiembre de 1984, los felices alumbramientos y aquellos tristes velatorios en aquel cuarto mortuorio del entresuelo. Recordarán también cuando llegaban los accidentados de la hoy extinta conservera de La Rajita, la segunda foto.
Traigo a colación este también recuerdo porque leo que ha ganado un concurso fotográfico las fotos de antiguas fábricas de la isla. Esta fue una de ellas.
En aquella época eran frecuentes las lesiones por cortes y aplastamiento por maquinaria... aquella industria desapareció y llegaron otra clase de enfermos:
En aquellos tiempos trabajar en la "casa de los enfermos" no era una bicoca. Tal como recuerda Doña Tomasa Margarita Padilla Melián en el mismo número al ser entrevistada, en los años 70 no estaba bien visto. Hoy la señora lleva 35 años allí y de seguro habrá percibido que del estigma inicial se ha pasado al prestigio actual... la población isleña, como en todos sitios, ha envejecido y la excepción, la enfermedad, ahora es lo habitual.
Veo las fotos. No conozco a ninguno de los retratados. Me resulta familiar ese pasado que veo aunque para mi perspectiva es muy lejano. En aquellos tiempos yo vivía en la Gomera profunda, de hecho, tan siquiera nací en aquel hospital pues mis padres no tenían seguro en aquellos tiempos... hoy aquello se recuerda como un tiempo de oportunidades donde el dinero valía y, lo más importante, era posible con esfuerzo conseguirlo.
Sólo dos veces he ido al hospital , de la última casi no salgo... aprendí que cualquier sitio es digno para que muera. Espero no estrenar el nuevo que sustituirá a este. Personalmente no encuentro adecuado su emplazamiento; en la confluencia de los dos mayores barrancos y en esa hondonada tan calurosa pero tal vez no hubo mejor sitio disponible. Sólo el tiempo nos lo dirá.

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