El equipo Hoyt


Los Hoyt eran una familia anónima estadounidense hasta que nació su segundo hijo hace ahora 45 años. Nació con el cordón umbilical anudado al cuello sufriendo hipoxia que le produjo severos daños neurológicos, es decir, parálisis cerebral con afectación motora y del habla.

Desde un principio la familia, más públicamente el padre, se propuso integrarlo y ayudarlo en su desarrollo en lo posible negándose a cualquier tipo de institucionalización para su hijo. Con el paso de los años primero consiguieron un método alternativo de comunicación que mediante un programa de software que registra el movimiento pupilar permite ir componiendo frases, empezando así a comunicarse de forma verbal y más tarde el hijo manifestó interés por el deporte a raíz de su participación en un maratón solidario. Padre e hijo se embarcaron pues en el reto no ya de un maratón sino de uno de los deportes más exigentes del mundo; el Triatlón que consiste básicamente en un circuito de tres pruebas conjuntas de carrera, natación y ciclismo.

Tanto los Hoyt como otros ejemplos memorables como el de Terry Fox son producto de la idea del "Nosotros Podemos" o "Hombre Hecho A Sí Mismo a Base de Tenacidad y Esfuerzo" que jalonan la cultura americana. Son ejemplos individualistas que arrastran multitudes... hay quien critica que son ejemplo del culto al héroe tan pernicioso como pudiera serlo a la personalidad. Por suerte o por desgracia deben existir porque también se sobran tiranos.

Con respecto a la discapacidad y a la familia estos ejemplos ponen de manifiesto la importancia y lo determinante del estilo educativo de los padres. Puede darse el caso de en una misma familia dos hijos criados con dos estilos muy diferentes, uno muy proteccionista y otro muy exigente, atendiendo a la presencia de discapacidad en uno de los hijos... los mismos padres pero dos formas muy distintas de educar.

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