Floreciente primavera

Con cada cambio de estación mi amigo Susumu me envía fotos de Japón; Kyoto donde vive o bien Tokio, y yo a cambio le envío de las mías. Cuando le conocí estaba ya jubilado, es decir, sí tenía ya más de 65 años, ahora mismo debe rondar la séptima década, pero aún así viajaba al extranjero a seguir estudiando inglés u otras cosas aunque ya no le hiciera falta profesionalmente. Hacía unas encantadoras figuras de papel, el conocido origami, de las que me regaló algunas grullas de papel, ranas y flores. Tomaba uno de aquellos folios de colores y hacía magia transformándolo en algo delicado y hermoso.
Me ha enviado varias fotos interesantes, por ejemplo el festival del barrio de Gion, el inicio del año escolar japonés, numerosos templos... aquí por ejemplo las últimas; el templo Kiyomizu-dera ahora mismo en primavera con sus cerezos florecidos, un Buda durmiente y una estatua de Kannon, diosa de la bondad.

La amistad muchas veces es simplemente un agradable recuerdo. Desde 2005 no nos hemos vuelto a ver pero mantenemos el contacto.

Comments

  1. Anonymous5:29 PM

    La amistad, un agradable recuerdo que con las nuevas tecnologías es más fácil de mantener y que nos permite que comparta con nosotros una diosa bodhisatwa, hoy que tanta falta hacen. ¿Cree en la amistad a distancia, o como sentimiento similar al amor cree que la distancia es uno de sus enemigos?

    ReplyDelete
  2. Creo, no me queda más remedio. Unas veces por distancia física y otras por la necesaria precaución de mantener una distinguida distancia.
    La amistad puede o no ser tangible pero en cualquier caso el amor siempre lo es más y por eso sí necesita contacto.
    Un saludo.

    ReplyDelete

Post a Comment

Popular posts from this blog

Negro vaticinio, cumplido

Recursos Humanos

El juicio del tambor