Carta de ajuste

Los más pequeños no podrán recordarlo pero hasta principios de los 80 del siglo XX las emisiones televisivas no empezaban hasta el mediodía. Empezaban con esta carta de ajuste; un aburrido círculo del colores del que pocos sabían para qué servía y es que en aquel tiempo dentro de las televisores no había un chip que equilibrara la calidad de la imagen y uno tenía que regular color, brillo y hasta orientación de la antena... hoy día sólo te dejan facilidad para el volumen pero entonces como ahora te lo suben de forma deliberada en los intermedios comerciales.
La carta de ajuste fue un icono de la época y como prueba hasta tiene su propio museo en Reino Unido de la mano de las más popular de las cadenas públicas europeas; la BBC.
La carta de ajuste, aún con su monótona música, era un homenaje al tiempo libre; si no ha cambiado la cosa hasta finales de los noventa por ejemplo en las Seychelles a la hora de la cena la emisión se corta con la carta de ajuste: La cena es un momento para compartir con la familia.
Todo empieza y todo acaba, de una forma u otra no siendo necesariamente un bucle. A última hora de la noche ponían la programación del día siguiente y luego el himno nacional... aunque creo recordar que ya en los últimos tiempos sólo era imágenes documentales de paisajes nacionales.
Los momentos dedicados al ajuste son siempre necesarios. No hay nada más valioso que la ilusión primero, y luego tu tiempo. El tiempo libre nunca es tiempo perdido, aunque no se haga nada... total, siempre hay tiempo para lo incómodo.
Cierro la emisión por hoy con este recuerdo de 1986:


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