Conociendo

Ya estoy un poco más despierto. Algo así como los bebés de pocos días.
Bien, normalmente cuando se empieza a rodar por el mundo uno lo primero que hace es explorar el universo más cercano. Resulta curioso cómo podemos reducir el mundo a un espacio muy reducido, no sólo físico sino también mental.
Recuerdo una anécdota de una profesora nuestra de Psicología Evolutiva, una disciplina dentro de la Psicología dedicada al estudio del desarrollo humano, que para ilustrar la idea de esquemas mentales de Piaget nos contó esta anécdota:
Habían ido de vacaciones a una población costera distante de su ciudad, La Laguna, tan sólo 80 kilómetros... todo un mundo para un isleño. De regreso a casa, la madre, toda orgullosa ella de sus nenes, les preguntó que si sabían dónde estaban y cuánto faltaba para llegar a La Laguna... ellos dijeron que estaban en la playa y que aquello no era La Laguna. Con 5 y 4 años la madre se dio por satisfecha con la respuesta y empezaron a subir hacía La Laguna... los niños negaban que tal o cual sitio fuese La Laguna cuando su madre les inquiría al respecto y ella cada vez más orgullosa:
"- Qué ilustrados son mis hijos, tan pequeños y ya saben por dónde vamos".
Pero hete aquí que llegaron por la autopista hasta el cartel de desvío a susodicha localidad y los niños volvieron a negar:
"- Bueno, será que no saben leer todavía", pensó la madre.
Atravesaban ya las calles aledañas a donde vivían y donde ellos jugaban e iban al colegio, y seguían negando:
"- ¿Dónde estará La Laguna para ellos entonces?"
En el portal de la propia casa seguían negando.
No fue sino hasta llegar al sofá de la casa y encender la Play Station en que entonces gritaron entusiamados:
"-¡¡Esta es La Laguna mami!!".
Empezamos así. Algunos incluso acabarán llegando a Marte antes que yo ya no pueda ver otras gestas. Y en el fondo seguimos siendo tan frágiles como lo es la vida misma.
Un saludo.

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