El cubo de Rubik

En este vídeo aparece uno de los ejemplos más sobresalientes de cómo el cerebro es capaz de las secuencias más complejas de memoria. El aprendizaje es una de nuestras mejores bazas.
El chico primero memoriza la posición de las celdillas en el espacio tetradimensional del cubo. Toma como quinto punto de referencia para poder resolverlo después a ciegas una casilla marcada con un fieltro o similar que pueda tocar.
Ya a ciegas reproduce la secuencia completa de solución del cubo que previamente ha memorizado
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