México lindo, Oaxaca






Cuando viajé a Canadá en cierta manera también viajé a mi propio pasado. A un pasado de no hace más de treinta años pero que ya percibimos como muy lejano.
Durante aquel viaje en los supermercados a la hora del almuerzo... aquellas sabrosas y nutritivas sopas de verduras..., en las obras cercanas al colegio, en las pizzerías de una porción por dólar, por las calles en un incesante parloteo. Habían cientos de inmigrantes mexicanos por doquier en Vancouver y, a veces, cuando los oía hablar durante el almuerzo me recordaban a aquellas ya anécdotas de nuestros inmigrantes a Venezuela: Los mismos tópicos actualizados y contextualizados... desde el que estaba buscando chicas fáciles hasta el que le hablaba a los compañeros de fundar una pequeña empresa de construcción.
A todas estas conocí a Nancy, en la foto un día que fue a cazar conejos en su Oaxaca natal, que deseaba quedarse en Vancouver para trabajar, aunque fuera de cachifa (empleada del hogar). Venía de la otra cara de México, la cara menos amable que no retratan los culebrones ni reflejan los fresitas (pijos) de las teleseries.
Me envió el otro día una serie de paisajes de su Estado, de arriba a abajo; Tejupán, Pirámides de Monte Albán, Iglesia Santo Domingo de Guzmán de Oaxaca, panorámica de Monte Albán.
Un saludo Nancy.

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