Las universidades de la vida

"Este reportaje lo realizo un programa Limeño durante la toma de la Universidad Nacional de Trujillo que fue tomada por los estudiantes el año 2004 frente a los increibles casos de corrupcion del entonces rector Huber Rodriguez, Este reportaje muestra como vivieron los alumnos dentro del Campus por casi 4 meses de Luchas incansables y por otro lado te mostrara la desesperacion de un rector cercado por sus propias ideas, de espaldas a la razon que no advirtio que fue linchado moralmente por el pueblo Trujillano que salio a protestar indignadamente en defensa de sus hijos.El rector al verse descubierto por el Pueblo Trujillano, la contraloria y el congreso Peruano no tuvo mas remedio que renunciar, A partir de ese entonces nuevos aires se respirarian en la Universidad."

(Descripción en YouTube)

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Aunque no son situaciones comparables el mensaje es aplicable.

Contemplo con cierto sonrojo el devenir, y la desidia, de la situación en mi antigua universidad, la ULL... esa institución con un calco en su claustro de la composición del gobierno autónomo de turno, la que perdió su peso en la sociedad y se arrimó al victimismo fácil de la subvención y del apañar para la propia troja, la que vive de personalismos y no es capaz de ofrecer una imagen corporativa, sino corporativista todo lo más.

Fue aquella en la que se suspendían los conciertos cada vez que había un "partido del siglo"... me llegué a preguntar cuántos siglos tenía la liga... ahora bien, cuando se trataba de celebrar el centenario del Orfeón Donostierra, cóctel de alto copete, las primeras autoridades primero... tantas eras las primeras que para los últimos, los demás, no hubo sitio... afortunadamente años después se hizo un "cementerio de millones", léase Auditorio, que por fin hartó de plazas a todos los asistentes puntuales.

La universidad sigue siendo un reflejo perfecto de la sociedad, del arriba y abajo, y aunque pudiera ser un fenómeno hasta cierto punto inevitable, sí es triste que la institución permanezca callada, intentando salvarse a sí misma lamiendo los colmillos de quienes le chupan la sangre.

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