¿Aculturación o globalización?




No estoy descubriendo las américas si digo que Egipto es un destino tan conocido y concurrido que sus recorridos están casi milimétricamente medidos de forma que se pueda "gestionar" con una eficiencia encomiable la riada de turistas que lo visitan... quién se beneficia de los ingresos que reportan es otro tema.
Quizás sea por eso por lo que si uno busca en YouTube o en Flirck pues encuentre casi que calcos de los mismos monumentos, y personajes:
El señor que está sobre un burro es el ya famoso "Cuñao de Saqqara"; a cuatro mil kilómetros del Kilómetro Cero madrileño en mitad del Sáhara egipcio un señor a lomos de un burro viejo, que se ofrece a alquilar para ir a las mastabas de Saqquara a las afueras cairotas, te regala esa "angelical" muletilla tan patria made in Quintero´s interviews. El cocodrilo y el pelícano momificados en la fachada de una casa en un poblado nubio... desde luego un detalle decorativo que, espero, nunca veremos sugerido a los distinguidos subscriptores de Nuevo Estilo o similares, y por último el encantador de serpientes... repten o sean bípedas, después de todo, tanto da. A tenor de la antigüedad de algunas fotos la serpiente de la foto es ya una modelo veterana pues habrá visto la evolución del mercado fotográfico de las últimas décadas. Se puede ver en el mercadillo de Ko´Ombo.




Los videos son cortesía de predecesores de este Adriano light que escribe. El "cuñao" de Saqqara, por si le interesa al autor del vídeo, ha perdido algunas piezas dentales pero sigue siendo igual de encantador. El burro sin embargo creo que no dure mucho más... aquí en la Gomera sabemos que cuando empieza una bestia a juntar las patas de atrás es que está a punto de espicharla.
El segundo vídeo es un tirón de orejas y una curiosidad; el nacimiento de un nuevo "cuñao" en Thailandia a manos de unos desaprensivos niñatos que se ríen del pobre hombre... aunque él también se reiría de esos "ojos de vaca" (llaman así los asiáticos despectivamente a los ocidentales mal educados) empeñados en que repita una palabreja rara. Posiblemente pensaría como aquí en Canarias cuando los alemanes impacientes soltaban algún exabrupto: "A la p*** de tu madre por si acaso".

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