Capitán, rumbo a Egipto




El viaje ha terminado mas su recuerdo perdura.
Antes de continuar con una plétora de recuerdos, es obligación decir que de Egipto me gustó todo, todo menos la miseria.
No voy a entrar en debates sobre si la miseria existe donde quiera, sobre si su causa es estructural, histórica o política... sólo sé que es dolorosa.
Me resultó doloroso ver la impiedad que esa situación provocaba. Me recordó a las historias de los abuelos de la Gomera del "arriba y abajo", de "los burritos y los señoritos". No era una cuestión religiosa, era algo impío se lea la Biblia o el Corán... definitivamente los faraones vuelven a resucitar y con la misma vuelven al sarcófago del susto si no es que el gobierno los mata primero.
Pero después de todo el que quería hacer el viaje iniciático de Adriano, aunque fuese al revés, era el David fascinado por la historia de tanta piedra, el que no cree en Europa, el que dice tener cuatro mil años y que va a Egipto a ver qué quedó de la primera obra de la primera constructora en la que trabajó, las pirámides, mucho antes de que en Canarias viviera bicho humano alguno ( y por supuesto, algunos tuvieran pesadillas con "Plasencia Constructora")... al tiempo que le piden el pasaporte para entrar en algunas discotecas por su cara de niño chico . Así pues con tanta contradicción propia pues me dispuse a disfrutar del Egipto milenario y del actual como se pudiera.

Comments

Popular posts from this blog

Negro vaticinio, cumplido

Recursos Humanos

El juicio del tambor