Potaje de votos, o viceversa

Este fin de semana viajé; la socorrida terapia contra no sé muy bien qué. El destino de momento es siempre Tenerife... tampoco me daría tiempo material a escapar más lejos.

Cuando uno está fuera de algún sitio un tiempo al regresar percibe cambios que tal vez para los que están pasan desapercibidos; el tranvía, el último proyecto capitalino faraónico insular, tiene ya forma de columna vertebral recorriendo el área metropolitana.
Pero había un cambio más pequeño e imperceptible aún. Más que la Navidad se está avecinando... mayo.
Mayo de 2007 traerá a España las elecciones municipales y autonómicas, o como dicen socarrónamente en México, la maldición de Moctezuma, léase, diarreas y sudores fríos para los que viven de la cosa pública.
En Canarias los partidos más conocidos son IU, PSOE-PSC, CCN, CC y PP; los agrupo según su tendencia ideológica de más izquierda el primero a más a la derecha el último, sin perjuicio de que en la práctica sea a veces muy difícil distinguir su auténtica naturaleza. Existen otras alternativas si bien, en términos de representatividad electoral, son testimoniales o exclusivamente localistas... quien desee saber más al respecto tiene un ancho mundo donde buscar.
Al calor de la lectura en las webs de los partidos políticos sobre noticias e impresiones al respecto he encontrado algunas perlas que, o me han sonrojado o me han hecho sonreir, y recordé también alguna divertida anécdota insular:
Durante la campaña electoral, aunque sólo sea por un momento, todo parece maravillosamente posible, como cuando uno está enamorado y sólo ve belleza donde quiera, la Gomera es muy bella pero abrupta... durante ese periodo uno juraría que es plana, tanto que hasta es posible la idea de un "potaje de berros trasatlántico". Ocurrió.
Uno de los partidos lo organizó todo para llevar a una afamada cocinera isleña, a sus pucheros y a los berros, a hacer un potaje de berros a Venezuela, la mítica octava isla que con su voto emigrante es capaz de decidir la composición de algunos municipios pequeños en la isla. En España rige el principio de reciprocidad con Venezuela; los ciudadanos de ambos países pueden votar a sus gobiernos respectivos.
Quizás fue un plato con sabor a nostalgia por un voto, pero no abandonamos Venezuela todavía: leí en las notas de prensa de otro partido lo que a mi entender es una visión miope de las cosas. Uno de los partidos alecciona a sus candidatos venezolanos sobre dinámica de grupos, comportamiento ante los medios de comunicación y oratoria... con franqueza, no sé qué vamos a enseñarles nosotros a los venezolanos cuando gran parte de nuestra forma de entender la política y gran parte de la ideología empresarial (no las empresas) se las debemos a Venezuela, no en vano, empero, la consideramos la Octava Isla.
Así pues, Venezuela ocupará un lugar importante de nuevo el próximo mayo por lo menos en este lado de España.

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