Yo, Bloguero

Acaba el año y es tiempo, aunque sólo sea en esos dos días tontos de último de mes, de echar la vista atrás y recordar efemérides. Lo hacen en los informativos, ¿es que acaso soy menos que ellos?. Menos no sé, pero diferente y caminando por la misma senda según parece sí.

La senda de la perpetuidad a veces es un mero acto de egoísmo sano para perdurar. Me temo que esa fue la primera intención al empezar a escribir un blog.Fue allá por 2004 por estas fechas. Aquellas primeras entradas tan timoratas... uno creía que todo el mundo le veía pero el mundo en internet es, afortunadamente, grande aunque sigan existiendo "islas" dentro.

Les siguieron las entradas de mi estancia en Vancouver, donde todo era un asombro diario para alguien, en definitiva, poco acostumbrado a ver. Después el regreso a un lugar donde nunca estuve y la evolución posterior.

Durante la estancia "allá" creé un blog hermano de Burundanga; E-gurundanga. Mis pensamientos en inglés. Descubrí que el blog es como una parte de ti, separado de su contexto languidece y casi se vuelve testimonial. Después de todo la lengua es para contar historias.

Y, por ahora, el último vástago; Bloggomera.No participo en él como autor sino como editor. Es algo así como una revista digital que hacen los chicos con los que trabajo. Sindiqué el blog al principio con su hermano mayor para que creciera, y cuando arrancó lo dejé volar como hacemos con los hijos... después de todo sólo le di vida.

Ahora yo soy el blog y el blog yo. Refleja como un caleidoscopio un recorrido vital cambiante y siempre sinuoso, lleno de descubrimiento.

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