Mi calavera

Este soy yo por dentro y de perfil... desde luego las malas ideas no se me ven pero sí me quedé sorprendido de esta perspectiva insólita; siempre había pensado que mi cráneo era más regular.
La razón de conseguir esta instántanea, aparte de la razonable eficiencia actual de la sanidad gomera fue obviamente mi salud. Padezco migrañas pero a estas les pasa como a las hemorroides, o sea, se sufren en silencio... bueno, yo las llamo migrañas aunque realmente consiste en un dolor sordo sobre la órbita izquierda, sensación de náusea, necesidad de estar quieto sin moverme y remite durmiendo.
Por suerte son muy poco frecuentes pero a mí me tumban el día completo.
A veces cuando en el trabajo me está una de mis muchas jefas dando nalgadas por mis torpezas en el desconocido mundo administrativo estoy más pendiente de ese dolor que de su discurso pero claro... ¿el peso de la isla sobre mi interlocutora y yo preocuparla por un dolorcillo?. Afortunadamente llevo en la mochila una pastilla que me ayuda a llegar a casa y tumbarme.
Volviendo a la radiografía, pienso a menudo en lo que nos separa de un destino u otro... parece que es un poco de suerte. Creo que la suerte también está mediatizada por la circunstancia pues hay afortunados en circunstancias penosas cuya dicha constituye una tragedia, y desafortunados que debido a las circunstacias promocionan a una suerte, ciertamente, inmerecida.
Este fin de semana me quedo en casa, voy a ordenar mis pensamientos, mi coche y mi habitación. Me aprestaré para el lunes recibir más nalgadas si preciso fuera siempre con un ánimo positivo.

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