Un torpe tango



La animación es un mundo fascinante. Me resulta fascinante porque se aprovecha una limitación humana para generar el efecto de movimiento, la mágica retención de la última imagen en la retina por espacio de siete décimas de segundo. Tal como ocurre con la imagen igualmente es el formato de audio Mp3 cuyo éxito consiste en que su capacidad de compresión esta basada en eliminar todas aquellas frecuencias que el oído humano no percibe, al menos conscientemente.

Así pues la animación se descubre con toda su ironía como la explotación de nuestra vanidad como especie privilegiada. Capaces de sacar rédito a nuestra propia debilidad.

Hoy debo llamar a mi amigo Jani. Felicidades a todos los juanes. Bienvenidos al verano.


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