Tofino

¿Quién lo iba a decir?, regresé a Canadá. Es singular para mí el haberlo hecho porque es la primera vez que vuelvo a un sitio que ya he visitado.

Sólo una cosa no puse en el vídeo; la impresión de ver el Estrecho de San Juan de Fuca y al propio Tofino y casi sentir una faceta más de la historia del encontronazo histórico de Europa con América, y más concretamente, España con aquel continente. También, desde la lejanía, EEUU. Como siempre, tan lejos y tan cerca, ya sea de Dios o de México, de mí o del sueño americano... lo que quiera que debiera ser eso.

De Tofino, lo confieso, me llevé algo "intangible"... qué ricas estaban aquellas ostras y aquellos cangrejos. Creí haber llegado al paraíso. Los atardeceres rojizos y una exquisita mesa para disfrutar lejos de todo, como si fuera otro. El delicado Merlot australiano que me ponía las mejillas coloradas y el Pacífico a mis pies. El placer íntimo de las largas duchas bien acompañado, con jabón de lavanda y masaje con aceite de canela... prácticamente no tuve tiempo para grabar demasiado


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