Magüi Mira


Foto: Gorka Lejarcegi. Publicada en El País, 13/01/2008
Vaya, leyendo hoy el periódico me vino un recuerdo a la memoria.
Casi como en un flash recordé una lejana isla en el tiempo. Era el tiempo de la niñez pues siempre he ido un paso atrás a la hora de crecer.
En la entrevista Magüi habla de "tortas, batacazos y heridas" para llegar a tener " la melena de leona en la profesión" según el periodista... este debiera saber que las leonas no tienen melena pero siguiendo con el símil, una de las mechas se la ganó en la Gomera:
En aquel tiempo se acababa de inaugurar el Auditorio Infanta Cristina; una de las primeras obras que anunciaban el giro poblacional que viviría la isla en el futuro próximo: Estamos acostumbrados a eso, por ejemplo el Plan Urban en Santa Cruz de Tenerife, en esencia una reestructuración del espacio ciudadano primando la expansión y el comercio... en la Gomera más bien era la potenciación de un núcleo poblacional sobre los otros administrativamente hablando pero eso, en aquel entonces, nos pasaba como a los niños no siendo conscientes de lo que nos rodeaba.
Al Auditorio había que promocionarlo. Aunque la isla en otro tiempo había vivido una efervescencia artística, entonces estaba la cosa como estancada y, también, con el entusiasmo primero de todo nuevo juguete, urgía hacer algo esplendoroso para que al menos quedara el brillo. Fue así como se organizaron varias actividades dentro de "ciclos culturales". En uno de aquellos ciclos participó Magüi Mira con un monólogo.
Me recuerdo en por aquel entonces instituto de bachillerato sentado en aquellas horribles sillas verdes, ya en el glorioso 3º de BUP, la quintaesencia de la enseñanza insular... cuando ya de diez que habían empezado conmigo sólo quedábamos dos según las estadísticas...como eterno insatisfecho no hacía sino mirar al mar por la ventana, claro, antes también que aquello se convirtiese en una guardería y pusieran rejas.
De pronto llega el profesor de Literatura y nos emplaza a ir esa noche a ver un monólogo teatral, que iba a venir alguien muy importante y famosa, etc, etc... el gobierno insular había movido ficha y como un dominó el mandato de llenar el Auditorio reverberó hasta mi aula.
No recuerdo el título pero el monólogo iba de armarios: Llegó toda una marabunta de adolescentes, por lo menos los de tercero con un examen de inglés para el día siguiente, con apuntes en ristre y con la esperanza de poder rascar un poco de tiempo y estudiar mientras aquella mujer "alegaba" en el escenario.
Había un armario enorme y todo fue bien hasta que se apagaron las luces. Entonces empezaron a volar bolas de papel entre el público... hasta que suena una música estridente y se abre de pronto el armario y sale aquella mujer con el pelo rojo revuelto y una especie de fular rojo anudado al cuello. Del susto se nos apretó el anillo, para pasar luego a una risotada general.
Empieza a actuar pero las bolas de papel siguen volando de cabeza en cabeza, y el murmullo era una cosa bárbara en un sitio con tan buena acústica.
Magüi Mira se quedó callada un rato. Hasta que el público se calló también y entonces dejó de ser actriz para ser pedagoga:
Se dirigió a nosotros con gran dulzura pero firme y nos dijo que preparar un monólogo de esos llevaba meses. Nos enseñó qué se esperaba del público en una función de teatro y nos dió permiso para que se fueran los no interesados. Que se volvería a meter en el armario y empezaría de nuevo pero que debíamos guardar silencio.
Al otro día rapapolvo general en el instituto.
Magüi Mira, que yo sepa, no ha vuelto a la Gomera.

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