Grupo de Teatro de Filología ULL

Ayer mientras tomaba un café esperando para regresar de nuevo a Gomera en el Intercambiador de Transportes me llevé una grata sorpresa al leer de casualidad la noticia de que esa noche volvían a estrenar en el Paraninfo de la ULL una obra de teatro... qué pena, me hubiera gustado quedarme a ver el espectáculo pero no pudo ser.
Sobre la dilatada historia del Grupo de Teatro de Filología y sobre la situación pasada y presente de los diferentes grupos de teatro en la ULL no voy a profundizar porque ya con mayor tino y conocimiento otros han escrito o esbozado pero sí voy a contar mi parte de intrahistoria como dijera Unamuno pues yo formé parte de la historia de ese grupo:
Entro en escena en 1995, 1994 si nos ceñimos a años académicos... parece una eternidad pero para alguien que aprendió a leer en la Enciclopedia Escolar Faro de Blanco Hernando Quiliano eso fue ayer.
Por aquélla época, tal como hoy, el director del grupo era José Antonio Ramos Arteaga, Pepe, y la obra que había propuesto representar fue una comedia de Shakespeare; Epifanía o Noche de Reyes aunque eso lo supe después pues el paso primero fue un anuncio de casting para actores al que respondí; me dieron una serie de fragmentos de textos teatrales a elegir uno e ir a representarlo al Aula Magna. Recuerdo haber escogido el Calígula de Albert Camus... empecé a interpretarlo pero a los pocos momentos me bloqueé por completo. Me sentía ridículo. Mas así y todo fui aceptado en el grupo... quizás no habían demasiadas vocaciones entre las que escoger.
En 1995 hacía poco tiempo que las facultades de Humanidades se habían mudado al Campus nuevo de Guajara pero las distinguidas distancias entre ellas continuaban, en particular Psicología siempre miraba por encima del hombro a sus pobres hermanas de Campus porque era con diferencia la que más alumnos aportaba y tal vez por ser la más "científica" de todas y obtener más fondos para investigaciones, por eso tal vez fui el único de esa facultad que participó aquel año en el grupo que siempre ha estado abierto a otras facultades pero el fenómeno de estanqueidad entre las facultades al menos en aquella época era muy marcado.
Lamentablemente no mantengo contacto con ninguno de los miembros de aquel grupo pero recuerdo que habían muchos procedentes de La Palma. Después de las islas capitalinas, La Palma siempre ha mantenido una gran tradición teatral... pero no había tiempo para presentaciones; Pepe nos reunió y nos propuso cúal era la obra de teatro y nos asignó papeles, a mí me tocó el de Sir Andrew Aguecheek, vamos, uno de los papeles cómicos en que hacía de un caballero de pueblo, tonto y bastante inmaduro.
A lo largo de los ensayos fuimos aprendiendo técnicas teatrales, dicción... y toda esa interacción necesaria en los grupos de teatro para montar una obra. Los ensayos eran agotadores para mí; todo me costaba porque todo era nuevo y exigente, yo no estaba acostumbrado a tanta actividad... alguna vez me llegué a quedar dormido entre ensayo y ensayo. Es complejo dirigir a un grupo de gente siempre, pero en teatro es especialmente manifiesto. Durante ese periodo de tiempo fue cuando a más gente y formas de ser conocí. Para mí era una experiencia de aprendizaje fascinante.

Aquella obra la pre estrenamos en dos sitios antes del Paraninfo; en un instituto de La Victoria de Acentejo y en el Centro Penitenciario Tenerife II. La idea era por un lado enfrentarse a públicos distintos y calibrar nuestra propia preparación y si era necesario acortar o cambiar partes de la obra o caracterizar aún más a algún personaje. A los chicos del instituto les gustó bastante la obra, y en la prisión también gustó mucho y para mí fue una experiencia que me impresionó porque tanto muro me oprimía. Por aquel entonces el salón de actos de la prisión era como un anfiteatro y para la obra coincidieron en el mismo recinto presos de ambos géneros con lo que al principio eso fue un cachondeo entre ellos y la verdad que me impresionó lo atentas que estaban sobre todo las presas que después estuvieron aportando su visión de críticas al director. Fueron un público muy respetuoso, la única anécdota fue que aquel día coincidía con el peculio y entonces a mitad de la obra un montón de ellos se levantaron corriendo a buscarlo para ir volviendo a sentarse más tarde poco a poco.

Por fin estrenamos en el Paraninfo. Recuerdo que sudaba copiosamente (porque para la obra los personajes cómicos nos teníamos que embadurnar con maquillaje blanco el rostro) y que mi entrada en el escenario era silbando distraído hasta encontrarme con Sir Toby Belch... fue un momento de terror escénico brutal. Creí que me desmayaría pero no, en cuanto empecé a hablar me olvidé por completo de dónde estaba y disfruté en la obra como si fuera un juego. En la foto creo ser el cuarto por la derecha, o bien el segundo por la izquierda porque sí sé seguro que Sir Toby Belch era el chico en el extremo izquierdo, el más corpulento de todos nosotros y yo hacía de contrapunto.
La obra se representó tres veces y al año siguiente tuvo lugar la última obra representada, que ha vuelto a ser la primera tras diez años de pausa por las obras del Paraninfo. En fin, que me ha alegrado mucho saber que esa parte de mí en la universidad ha seguido viva todo este tiempo y desearle mucha mierda y nada de amarillo al Grupo de Teatro de Filología ULL.
Para los interesados indexo este vínculo a una película en español sobre la obra, o bien esta representación de 1969 en inglés también de la misma obra:

Comments

  1. Es usted una caja de sorpresas.¿Se lo pasaba bien en las representaciones o le podían los nervios?.

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  2. Yo me divertí muchísimo, tanto en los ensayos como en las representaciones. Es muy posible que no fuera de los mejores del elenco pero me sentí protagonista a lo largo de toda la experiencia y como legado me quedó un aprendizaje que después me fue muy útil; control del miedo escénico,lenguaje corporal, etc.

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