La Marioneta

Hoy ha terminado uno de mis duelos... hay duelos que son por lo perdido y otros por quiénes has perdido: Los últimos siempre dejan una experiencia fruto de haber convivido con el ausente y los primeros sólo dejan reflexión.
Me ha consolado ver que al cabo del tiempo no tenía tanta importancia y que los recuerdos te hacen fuerte y sobre todo te ayudan a tener esperanza en un futuro mejor.
Así que el viejito que está muy escondido dentro os trae a la memoria este interesante poema-monólogo del ventrílocuo Jhonny Welch  Este poema también titulado "Carta de despedida" se atribuyó en su día falsamente al escritor Gabriel García Márquez... cosa que él mismo desmintió en su momento.
Disfrutad la magia de estas palabras sencillas:

Si por un instante Dios se olvidara

de que soy una marioneta de trapo

y me regalara un trozo de vida,

posiblemente no diría todo lo que pienso,

pero en definitiva pensaría todo lo que digo.



Daría valor a las cosas, no por lo que valen,

sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más,

entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,

 perdemos sesenta segundos de luz.



Andaría cuando los demás se detienen,

Despertaría cuando los demás duermen.

Escucharía cuando los demás hablan,

y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate.



Si Dios me obsequiara un trozo de vida,

Vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,

dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.



Dios mío, si yo tuviera un corazón,

escribiría mi odio sobre hielo,

y esperaría a que saliera el sol.



Pintaría con un sueño de Van Gogh

sobre las estrellas un poema de Benedetti,

y una canción de Serrat sería la serenata

que les ofrecería a la luna.



Regaría con lágrimas las rosas,

para sentir el dolor de sus espinas,

y el encarnado beso de sus pétalos...

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...



No dejaría pasar un solo día

sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.

Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos

y viviría enamorado del amor.



A los hombres les probaría cuán equivocados están,

al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,

sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas,pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.



A los viejos les enseñaría que la muerte

no llega con la vejez sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres

He aprendido que todo el mundo quiere vivir

en la cima de la montaña,

Sin saber que la verdadera felicidad está

en la forma de subir la escarpada.



He aprendido que cuando un recién nacido

aprieta con su pequeño puño,

por vez primera, el dedo de su padre,

lo tiene atrapado por siempre.


He aprendido que un hombre

sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,

cuando ha de ayudarle a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,

pero realmente de mucho no habrán de servir,

porque cuando me guarden dentro de esa maleta,

infelizmente me estaré muriendo .

Johnny Welch

Comments

  1. Un buen helado de chocolate! la sencillez de la vida, que suele olvidarsenos... vivir enamorados del amor... dar alas...demuestra cuanto te importan" extraordinaria entrada. Un fuerte abrazo

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