Kintsukuroi

   En estos días el silencio ha sido la consigna; el exterior porque el interior es un bullicio.

   Han sucedido tantas cosas en tan poco tiempo, eso que llaman "el cambio" que lo que era hasta ayer, hoy suena a muy lejano y mañana, peor, a incógnita.

   Tenemos la sensación del vértigo vital; todo parece girar a nuestro alrededor a gran velocidad de suerte que no sabemos si nosotros estamos también girando o por contra somos el centro de la turbulencia.

   Hay turbulencias fuera, la que a diario nos conmueve en un mundo cada vez más "globalizado". Ahora es que venimos entendiendo la dimensión de ese concepto de globalidad; cuando nuestras ilusorias singularidades parecen desvanecerse, cuando tu proyecto de vida se ve influenciado por cosas que están pasando fuera.

Aunque el Kintsukuroi tiene otro origen, su significado; la resiliencia, se ha vuelto un concepto muy actual, casi una consigna... hace unos años hasta la Psicología tradicional era bastante determinista sobre lo que le esperaba a a uno/a en la vida según su circunstancia, poco se esforzaban en hacer creer lo contrario. Si se nacía en determinadas circunstancias, salvo causas excepcionales siempre exteriores a uno, con toda probabilidad te pasaría esto o aquello. Ahora sigue siendo igual salvo que a esto a aquello te adaptas con más facilidad, o resignación, que el resto.

Por más que se haya pasado a pensar que la arruga es bella o como ahora que la cicatriz es sexy, lo cierto es que tener ambas cosas, arrugas o cicatrices, ha costado algo a sus poseedores. Puede remozarse con oro, con cremas hidratantes o estar sobre ropa de marca pero permanece, nos ha cambiado y siempre nos recuerda primero que somos frágiles, segundo, que podemos cambiar.

A veces también hay que solazarse con la compra de loza nueva y guardar los platos remozados para otros menesteres, tal vez para recordar los tiempos en que la sopera de la abuela era la reina de la mesa ... hoy sigue siendo la reina de la mesa pero como centro de flores. Todo cambia.


Comments

Popular posts from this blog

Negro vaticinio, cumplido

Recursos Humanos

El juicio del tambor